Cuando el usuario del sistema de salud vea disminuida su atención digna, oportuna y humanizada y se encuentre con obstáculos para la atención de sus problemas como la falta de accesibilidad y de oportunidad del servicio que requiere, la figura del Defensor del Usuario puede constituirse en una instancia de conciliación y de mediación rápida y efectiva en defensa del ciudadano.