En esta propuesta lo que está en juego es la abolición del esquema simplemente representativo para ingresar en una dinámica participativa-representativa, donde los alcaldes locales dejen de ser vistos y tratados como simples subalternos elegidos por el Alcalde Mayor, de modo tal que por efecto de la descentralización a las localidades se les brindaron los mecanismos deliberatorios con las JAL pero se les negó el acceso material a la posibilidad de la decisión ejecutiva principal en cabeza de su alcalde.