Dotar a las alcaldías de todas las ciudades del país con instrumentos efectivos para poder hacer frente a un espacio que aún falta por recuperar en beneficio de toda la ciudadanía, cual es el cumplimiento de las normas por parte de los establecimientos de comercio. Estos establecimientos durante años se han burlado de la norma actual, la Ley 232 de 1995, interpretando los vacíos de la misma a su acomodo, de manera que se encuentran imperturbables a pesar de no cumplir con las condiciones de seguridad, salubridad y uso del suelo que colocan en peligro a las personas que acuden a ellos, y mantienen en zozobra a barrios enteros.