Seguramente esta reforma tributaria y sus detalles, los iremos conociendo los colombianos poco a poco y mediante manipulación de la información, como en el sistema gota a gota, que poco a poco va esquilmando el bolsillo de todos los colombianos.
El senador Carlos Felipe Mejía alertó a los colombianos ante los efectos que generará en la economía la reforma tributaria estructural que será presentada por el Gobierno.
Durante la sesión plenaria el Congresista del Centro Democrático explicó que dicha reforma busca cubrir un hueco fiscal que es producto de un mal manejo de los recursos públicos, así como para cumplirle a las Farc todas las concesiones ofrecidas en La Habana.
El siguiente es el texto de la constancia:
"Permítame leer una constancia señor Presidente, pero no sin antes decirle al senador Robledo que en su lista hay una gran cantidad de oportunistas sin convicciones, que se acomodan a sus intereses personales, particulares y a intereses muy oscuros.
El Ministro de Hacienda de este Gobierno no tiene consideración alguna con los colombianos y sin el menor recato se despacha con cuanta mentira encuentre para eludir su responsabilidad en el derroche vía gasto público en que ha incurrido la administración Santos. El hueco fiscal más grande de la historia de este país, lo justifica en la caída de los ingresos petroleros, pero no en el desbordado gasto público ineficiente y en el fracaso de sus dos reformas tributarias aprobadas por este congreso a pupitrazo, tal como también se va a hacer con el desfinanciado presupuesto para el 2017 esta semana.
Anuncia, sin ruborizarse, como un gran gesto del Gobierno, que la canasta familiar no será gravado con IVA, siendo conocedor que esto es producto de una sentencia de hace muchos años de la Corte Constitucional, falta ver con qué aparecerán mañana en la anunciada reforma, gravando artificialmente artículos de consumo que excluyen de la canasta básica, como alimentos procesados y bebidas que llaman azucaradas. Ahora los tenderos, panaderos y peluqueros serán fuente de recursos para el Estado, cuando apenas si se han podido formalizar en la medida que disminuyen sus exiguas ganancias.
La reforma estructural que tanto ha anunciado no es más que la búsqueda de afán de recursos frescos para cubrir el hueco fiscal, poder asumir compromisos para aceitar la maquinaria de la Unidad Nacional y buscar como poder cumplir con los compromisos que adquirió con las Farc y que los colombianos han rechazado en las urnas.
La discusión de esta reforma tributaria, no debe ser una manera de justificar la necesidad de imponer el acuerdo con las Farc, por el contrario los colombianos no aceptaron que se disponga de inmensos recursos presupuestales y de los que se consigan con esta reforma que afectará a toda la población, para que los cabecillas de un poco más de 5 mil insurgentes reciban prebendas del Estado, recursos que en el sector agrícola deben ser de todos los campesinos colombianos y no de un grupo que adicionalmente no renuncia a los cultivos de coca y a la minería ilegal.
La modificación en la tarifa del IVA acrecentará la informalidad, la economía ilegal y afectará principalmente a los colombianos de menores ingresos.
Seguramente esta reforma y sus detalles, los iremos conociendo los colombianos poco a poco y mediante manipulación de la información, como en el sistema gota a gota, que poco a poco va esquilmando el bolsillo de todos los colombianos.