Descentralizar monopolios de telefonía celular propone el Senador Guillermo Santos

 

 

Las constantes  y frecuentes quejas de los usuarios de la telefonía móvil celular motivaron al senador Guillermo Santos Marín a convocar a un foro en el que se analizó el reto de las telecomunicaciones y las nuevas tecnologías.

 

Al evento acudieron  el exministro de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Daniel Medina; Marcelo Cataldo, Presidente Tigo Une; Alfonso Gómez Palacio, Presidente Ejecutivo de Telefónica Colombia; Ernesto Flóres Roux, Presidente del Consejo Consultivo del Instituto Federal de Telecomunicaciones; Tom Allegaert, Socio fundador de la firma Fide Partners y Juan Guillermo Vélez, Presidente de Virgin Mobile.

 

Fue para los participantes tema especial  el análisis de las consecuencias que  conlleva el tener un único operador con posición dominante de casi el 50% de la telefonía celular en el territorio nacional.

 

Las comisiones reguladoras se crearon en defensa del consumidor, pero no hemos visto que estén a la altura”, afirmó el senador Santos Marín, al explicar que su  proyecto de ley busca, precisamente, proteger a los usuarios de la telefonía móvil que, en muchas ocasiones, se ven obligados a pagar por un mal servicio.

 

El congresista defendió su proyecto al indicar que también  busca promover la masificación de las nuevas tecnologías  e incentivar la competencia, lo que obligaría a una mayor exigencia de calidad del servicio por parte de los operadores.

 

Durante su exposición,  el senador liberal recalcó en la obligación del Estado y el cumplimiento de las normas constitucionales para evitar  monopolios “de empresas que quieran imponer su posición dominante en el mercado nacional”.

 

El congresista tolimense espera sacar un producto que permita satisfacer las aspiraciones del consumidor y el operador, pero también, hizo duras críticas a los entes de control que deben tener mayor responsabilidad con los usuarios.

Por  su parte,  Ernesto Flóres-Roux , presidente del Consejo Consultivo del Instituto Federal de Telecomunicaciones de México, explicó que en su país se tomaron medidas efectivas para evitar que una sola empresa tuviera el mercado dominante, pero que después de tres años es prematuro “saber si la reforma en México tendrá un impacto positivo en la evolución del sector”.

 

Para Tom Allegaert, socio fundador de la firma Fide Partners ,  el “ Estado debe actuar según la regulación, los motivos de la dominancia y la búsqueda de remedios efectivos para trazar un entorno más competitivo”.

 

El presidente de Tigo Une,  Marcelo Cataldo, afirmó que “un mercado equilibrado protege las inversiones y garantiza una mayor y mejor conectividad”.

 

Al concluir el evento, la mayoría de los Invitados y panelistas estuvieron de acuerdo en afirmar que se debe incentivar todo lo que lleve a fortalecer, mejorar el servicio y la competencia en el sector de las comunicaciones.

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La seguridad vial, un tema de vital importancia para Colombia

 

El presidente de la comisión de seguridad vial del senado, Guillermo Santos Marín, fue el representante del Congreso de la Republica durante el Décimo Seminario de Seguridad Vial que se realizó en las instalaciones de la cámara de comercio de Bogotá, sede salitre.

 

Al evento asistieron como panelistas, Enrique Peñalosa Londoño, Alcalde de Bogotá, Alejandro Maya Martínez, viceministro de transporte, Alexandra Rojas, gerente de Transmilenio, Jean –Marc Laforet, embajador de Francia, Juan Pablo Bocarejo Suescun, Mónica de Greiff, Presidente de La Cámara de Comercio de Bogotá. Secretario distrital de movilidad, Paula Andrea Sánchez Gutiérrez, Directora general Agencia Nacional de Seguridad, Teniente Coronel German Jaramillo Wilches, Policía Metropolitana de Transito y transportes de Bogotá, el Senador Liberal Guillermo Santos Marín, además de delegaciones de más de 7 países de todos los continentes.


El senador Santos Marín insistió en varios puntos sobre este tema de tanta importancia, que es una de las causas de Mortalidad más grave en Colombia.
 

Recalcó, "La falta de compromiso por parte del ministerio de transporte para poner en marcha la agencia nacional de seguridad Vial ANSV .La Ausencia de políticas claras de la ANSV con los entes territoriales (secretarias de transito) para el desarrollo de planes de prevención vial.
 

A pesar de los recursos con los que cuenta las ANSV, no hay un direccionamiento claro de las políticas en este sentido.
 

Desde el congreso seguirá insistiendo para que lo previsto en las Leyes 1503/11 y 1702 de/13, se cumpla a cabalidad
Persistirá, en el compromiso de la reducción de la MORBIMORTALIDAD mediante el proyecto de Ley 0147/16 SENADO, el cual busca establecer controles estrictos para la expedición de las licencias de conducción en el territorio nacional.
 

Finalmente, Santos Marín, exaltó la labor de la fundación "Por la vía por la vida" que con su compromiso y dedicación ha logrado posicionar el esfuerzo del gobierno nacional para llevar "la accidentalidad vial", como una verdadera política de estado.

 

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Senador Guillermo Santos Marín, radica proyecto para incentivar la competencia en la telefonía celular

En la secretaría general del senado de la república fue radicado el proyecto de ley “por la cual se crean instrumentos para proteger al usuario de servicios de telecomunicaciones móviles, incentivar la competencia en el sector y promover la masificación del acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones”.
 

La iniciativa presentada por el senador liberal Guillermo Santos Marín, pretende, entre otras medidas, la creación del concepto de preponderancia económica, el empoderamiento de la Comisión de Regulación de Comunicaciones y la repartición equitativa del espectro radioeléctrico.Así mismo, que el Estado tome medidas para incentivar la competencia en el mercado de la telefonía y el acceso a internet móvil en Colombia, y de esta forma, trasladar al usuario los beneficios de la sana competencia y coadyuvar el cumplimiento de las metas de penetración de internet.
 

“El proyecto cuenta con el apoyo de importantes representantes de casi todos los partidos políticos, aunque su origen se da al interior del Partido Liberal, pues la falta de competencia es un tema sensible para toda la sociedad por el costo social que ésta acarrea.” Señaló el senador tolimense.Para abordar la materia se analizaron diversos argumentos y escenarios, como el caso mexicano, donde además de una nueva ley se reformó la Constitución para promover la existencia de una verdadera competencia en el sector de las telecomunicaciones.

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Negligencia, ineptitud y desinterés de los entes reguladores y los operadores móviles denuncia senador Santos Marín

Prácticas monopólicas en telefonía móvil atentan contra el bolsillo de los colombianos y siguen sin solución.

Bogotá D.C., 2 de Junio de 2016. Visiblemente molesto y con tono vehemente , el Senador Tolimense por el Partido Liberal, denunció públicamente la actitud negligente y desinteresada con que asumen los entes reguladores y los operadores móviles, la problemática, que durante años ha afectado a los usuarios en Colombia.

Santos Marín, quien se ha mostrado preocupado por buscar soluciones a la afectación que sufre el bolsillo de los colombianos  en razón a la pésima calidad del servicio de telefonía celular, incrementada a pesar de las continuas quejas del usuario y de las multas millonarias impuestas por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), sentó su voz de protesta ante la situación  “ Tuve que levantar el Foro, aunque se hizo un ejercicio con algunos de los asistentes que plantearon sus puntos de vista ante la complejidad de la situación, por eso , Yo, que tengo la estatura moral , que velo por los intereses de los colombianos, que hago permanente control político y que veo los titulares por la vulneración a los derechos de los usuarios, denuncio la falta de compromiso, no asiste el Ministro de las TIC , que debería ser el ente regulador por excelencia, tampoco los entes reguladores y menos las cabezas visibles de los operadores de telefonía celular, así que esto requiere de otras medidas y por ello radicaré la proposición para citar a debate de control político, bien en la Comisión VI o en la Plenaria del Senado de la República, para que se les ponga la cara a los colombianos y encontremos la solución y establezcamos la responsabilidad por los abusos cometidos a los usuarios”.

Algunos funcionarios que asistieron como delegados de los entes de control, manifestaron que  su labor se limita a participar como observadores y transmitir las inquietudes que se deriven de estos encuentros, por ello el Senador Liberal insistió en que ” Al Debate que citará a todos los funcionarios, incluido el Ministro de las TIC, no podrán sacarle el cuerpo a su responsabilidad“.

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Salvar vidas, pedirá el senador Guillermo Santos a Mintransporte en Comisión Sexta

Por negligencia, el Ministerio de Transporte no regula oportunamente.

Bogotá, D.C. 25 de abril de 2016. Así lo dijo el Senador Liberal Guillermo Santos,  citante del Debate de Control Político al Ministerio de Transporte sobre Seguridad  Vial, que se llevará a cabo mañana 26 de Abril de  2016 en la Comisión Sexta de Senado, a partir de  las 9:00 a.m.

El senador Tolimense recordó que la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) es la máxima autoridad para la aplicación de las políticas y medidas de seguridad vial  y que su misión es prevenir y reducir los accidentes de tránsito.

Sin embargo resaltó que por negligencia del Ministerio de Transporte no existe quien lidere la puesta en marcha del funcionamiento de la agencia y por tanto al día de hoy, los compromisos adquiridos en materia de prevención y reducción de accidentes han sido “Un saludo a la bandera”.

Las cifras son preocupantes y la  afectación de la familia por los accidentes que dejan lesiones muchas veces fatales es altísima, por lo que el acompañamiento  debería ser una prioridad para el Estado, dejando claro que dicho acompañamiento no se limita a la atención médica, sino también a la compañía desde el punto de vista psicológico y legal entre otras, dijo el senador Santos Marín.

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“Con las medidas adecuadas, la inflación en 2017 llegará solo al 3 %”

Bogotá, abril 21 de 2016. De acuerdo al informe presentado por el Banco Republica ante la Comisión Tercera del Senado, el senador liberal Guillermo Santos Marín, manifestó su posición en el sentido que la inflación y el fenómeno del niño han sido los dos factores más importantes que han influenciado en el acontecer de la economía Colombiana.

“La inflación que se acerca al 8% se debe a dos grandes ingredientes, por un lado la devaluación que ha llegado casi al 60% que encarece todos los productos que importamos, que afecta directamente a la canasta familiar y el fenómeno del niño debido al intenso y prolongado verano que terminó golpeando la producción agrícola, lo que desembocó en un fuerte incremento de precios en los alimentos”, manifestó el congresista tolimense.

Ante este escenario, se pensó que la acelerada devaluación no era negativa, que era una excelente oportunidad para la producción nacional para que fuera más competitiva en el mercado internacional, pero la verdad, la reacción de las exportaciones ha sido débil, probablemente por la caída de los precios del petróleo que golpeó a los principales socios comerciales como Venezuela, Ecuador y Brasil.

Sin embrago, Santos Marín es optimista y cree que “a partir del segundo semestre baje considerablemente el precio de los alimentos con el fin del fenómeno del niño; que las acciones de la política monetaria del Banco República tengan su efecto positivo y según sus propias proyecciones, al finalizar 2016 la inflación llegaría al 6%.  De todas maneras la meta para el 2017 sería de apenas el 3 % y se refuerza con el actual comportamiento del dólar que se mantendría por debajo de los tres mil pesos, así, se puede controlar la inflación a un nivel normal protegiendo el bolsillo de los Colombianos”.  

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Senador Guillermo Santos radica proyecto de ley que garantiza calidad en la prestación de los servicios públicos

Superintendencia y entes reguladores contarán con presupuesto para ejercer sus funciones.

Bogotá, D. C.  abril 12 de 2016 (Prensa S. Guillermo Santos).- El senador Liberal Guillermo Santos Marín, radicó hoy en compañía de la Superintendente de Servicios Públicos Patricia Duque Cruz, un Proyecto de Ley que busca  establecer concretamente las contribuciones especiales a favor de la Comisión de Regulación de Energía y Gas – CREG, de la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico – CRA y de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios – SSPD.

El senador Santos Marín, aseguró que con esta iniciativa se protegerá y garantizará al usuario, la óptima prestación de los servicios de regulación, como de los de inspección, vigilancia y control y de esa manera, se sienta el respaldo a la hora de establecer alguna reclamación ante estas entidades.

Durante los últimos  cuatro (4) años al interior de los entes, se sintió la incertidumbre de no contar con el presupuesto suficiente, para atender la demanda de los usuarios ,ante las posibles fallas de las entidades prestadoras de los servicios públicos ; por lo tanto es importante aclarar, que el aumento del 0.8 % que propone el proyecto será asumido por los operadores y en ningún caso por los usuarios.

El parlamentario Tolimense, advirtió que “Con una base gravable compuesta por los gastos y costos totales depurados se optimiza la eficiencia de la contribución especial, teniendo en cuenta que se conservará a través del tiempo y no será necesario a mediano plazo modificar o reformar la ley; al tiempo que garantiza la suficiencia de la misma para mantener la tarifa por debajo del tope establecido en el proyecto y determinado en un 1%”.

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Nubes Negras

Bogotá D.C., mayo 6 de 2015.- Atrás quedaron aquellas épocas de bonanza en las que el crecimiento de la economía se situaba cerca de su nivel potencial de largo plazo del 5%, la inflación se ubicaba en la parte inferior del rango meta propuesto por el emisor, el desempleo descendía a niveles de un dígito alentado por la creación de empleo formal y el contexto externo parecía sólido con déficits comerciales tolerables de apenas 1% o 2% del PIB.

Ahora la situación es bien distinta. El "choque" negativo que ha representado la caída del precio del petróleo y de buena parte de los productos primarios que exportamos, ha tenido un impacto negativo sobre el ingreso nacional, las cuentas oficiales, el balance externo del país, el empleo y la misma inflación.

El desplome de los precios del petróleo en un 60%, hasta los 45 dólares por barril tuvo un efecto transversal sobre toda la economía colombiana que aún hoy es difícil de comprender.

Por una parte redujo las expectativas de crecimiento del país en cerca de un 2% (desde un 5% en enero a apenas un 3%, entre en mayo); esto es así por cuanto el sector minero energético representa cerca del 5% del ingreso nacional y tiene encadenamientos con el resto de sectores de la economía que termina afectados de manera indirecta.

Así mismo resulta lesionado el fisco nacional, que según cuentas del mismo Banco de la República, depende en un 16% de las rentas petroleras y que con la caída del precio podría ver afectado hasta un 10% de sus ingresos; una cifra cercana a los 10 billones de pesos. Este recorte de los ingresos sin duda tiene efectos sobre el gasto público, especialmente en el componente de inversión.

En el frente externo la situación no es menos preocupante ya que el país cerró el año anterior con un déficit en cuenta corriente cercano a un 5% del PIB; llegando a la astronómica cifra de 18 mil millones de dólares, lo que en plata blanca significa que el ahorro doméstico está siendo insuficiente para financiar la inversión y que nos estamos endeudando a un ritmo frenético, tanto a nivel público como privado con el resto de países del mundo.

En el frente del empleo, ya empiezan a registrarse despidos masivos en el sector hidrocarburos que ha visto frenar sus actividad de prospección y exploración en cerca de un 85% en los últimos seis meses, sin contar los empleos indirectos que se pierden en sectores como el transporte, comercio y servicios empresariales y profesionales. Esto se refleja en el hecho que las cifras de empleo no mejoran desde hace un trimestre.

Finalmente está el tema de la inflación que ha sorprendido negativamente a todo el mundo y ha dado un salto del 3% al 4.5% en los últimos dos meses, alentada por una devaluación cercana al 40% que ha golpeado fuertemente el valor de los artículos importados y de las materias primas utilizadas en la producción nacional.

Como se ven los impactos de la caída del petróleo son muhos y variados y la magnitud de cada uno de ellos puede acentuarse o mitigarse en la medida que se trate de un fenómeno duradero o temporal. De ser lo primero, debemos sacar nuestros paraguas, porque el aguacero que se presagia podría resfriar la economía nacional.

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La apendicitis del Congreso

Bogotá D.C., abril 30 de 2015.- El Congreso insiste una vez más en ser un apéndice del ejecutivo y seguir el camino de decadencia institucional al que se ha venido acostumbrando desde la Constitución del 91.

No hay sino que asomarse a la llamada reforma de equilibrio de poderes para encontrar dos disposiciones que se suman a la ya larga cadena de medidas que buscan acortar y disminuir el poder legislativo.

La primera de ellas pretende permitir la puerta giratoria entre el legislativo y el ejecutivo. Bastará cruzar la plazoleta de Nariño, que se encuentra a espaldas del Capitolio para cambiar la calidad de Congresista por la de Ministro o alto funcionario del Gobierno.

Eliminar la incompatibilidad de los congresistas de ejercer cargos del poder ejecutivo durante el respectivo periodo constitucional ubica al Congreso en situación de dependencia de la figura presidencial. En un rehén de las dádivas y el presupuesto público, enteramente administrado por el Gobierno.

Seguramente no pocos parlamentarios se dejaran seducir por los cantos de sirena que provendrán desde Palacio, perdiendo por completo su independencia y renunciando a funciones que son sustantivas del quehacer parlamentario como lo son el control político y la discusión ecuánime y objetiva de las leyes.

La segunda medida pretende recortar espacios de representación popular en las corporaciones públicas del nivel territorial, al permitir que aquellos candidatos que no fueron exitosos en su aspiración de ocupar cargos del poder ejecutivo, reciban como premio de consolación una curul en los Concejos municipales y en las Dumas departamentales.

Las corporaciones públicas como plato de segunda mesa. Peor aún, las corporaciones territoriales como víctimas al tener que sacrificar una curul por el capricho de esta reforma. Un pequeño Concejo, ya de por sí pobre en materia de representación popular, pasará de tener nueve concejales electos popularmente a solo ocho. Sacrificio que debe realizar en beneficio del poder ejecutivo. ¿Es justo?.

Miradas así las cosas el Congreso no es, ni será más que un apéndice del poder ejecutivo.

Un apéndice que aprueba presupuestos pero que no administra un solo peso del fisco nacional. Un apéndice que otorga facultades al presidente para legislar en materias que son de su competencia. Un apéndice al que se le obliga a legislar en el sentido que unos magistrados constitucionales preceptúan. Un Congreso con miedo y acorralado que se declara impedido para votar la mas ligera de las leyes.

Y así la lista de agravios que puedo citar en contra de la majestad del Congreso puede hacerse inacabable. Ahora el Congreso como bolsa de empleo del Gobierno. Vamos mal.

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Departamentos medianos perderán representación en el Senado

Bogotá D.C., abril 27 de 2015.- No son pocos los argumentos que tienen los departamentos de la denominada Media Colombia y de las antiguas intendencias y comisarias para pedir representación en el Senado de la República.

Han pasado más de veinte años desde la expedición de la Constitución Política y doce de la última reforma política de fondo que creó el sistema de listas únicas y de voto preferente y desde entonces los nueve departamentos de la Amazorinoquia y San Andrés y Providencia han estado huérfanos de representación política en el Congreso. Su reclamo por espacios en la "cámara alta" es justo y legítimo.

Sin embargo la repercusión que esta decisión, actualmente incluida en el artículo 22 de la reforma constitucional de Equilibrio de Poderes puede tener sobre otros departamentos medianos como el Tolima, Quindío, Meta, Magdalena, La Guajira y Chocó puede ser nefasta.

Al ser departamentos que en los últimos veinte años han tenido una representación tan baja en el Senado de la República, con promedios de apenas un senador por periodo constitucional, se corre el riesgo de que las nuevas circunscripciones regionales garantizadas a los departamentos de la Media Colombia los deje sin espacio en el Senado.

En la actualidad por ejemplo existen departamentos como Magdalena, La Guajira, Quindío y Chocó que no cuentan con un representante en el senado oriundo de esas tierras.

Algunos alegarán que sí cuentan con ellos aunque provengan de otros departamentos, pero la realidad política indica que aún en estos espacios de representación nacional, existe un fuerte vínculo entre la región y el respectivo Senador. Se requiere ser propio de esas tierras, vivir en ellas, atender sus gentes. Es indispensable para la legitimidad de nuestro sistema político.

El Acto Legislativo que cursa en el senado crea los llamados "Territorios de Representación Regional" que garantizan cuatro curules regionales a las antiguas comisarias e intendencias (en la ponencia de primera vuelta eran once) que se restarán a las curules de circunscripción nacional, dejando a lo sumo 95 o 96 espacios para las elecciones "generales" de Senado.

Esto sin duda elevará la cifra repartidora, encarecerá los comicios nacionales y condenará a alguno (o a varios) de los departamentos medianos en su aspiración de tener senadores. En el caso particular del Tolima la situación es apremiante ya que en las elecciones de 2014 apenas alcanzamos un escaño de manera directa y de haber sido por los votos del interior del departamento estaríamos sin un solo senador.

La solución a este problema es simple: sumar las nuevas circunscripciones regionales a los cien cupos existentes y tener un senado de 106 o 107 integrantes, incluyendo como en la actualidad dos circunscripciones especiales para indígenas.

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"Se está desinformando a la opinión pública sobre el alcance de la Reforma a la Salud"

 

"Las EPS´s ya no señalarán con quien o no van a trabajar, o qué tarifas desean pagar. La pregunta es si las EPS´s de ahora serán las mismas Gestoras del mañana": senador Guillermo Santos (Partido Liberal).

Muchos son los señalamientos que ha recibido el Senado de la República después la aprobación en plenaria de la Reforma al Sistema de Seguridad Social. Por un lado se nos tilda de hacerles el juego a las actuales EPS´s al permitir que se mantenga el sistema de aseguramiento público-privado en el país. De otra parte están quienes señalan que con la reforma, el sistema caerá en manos de la corrupción y de la politiquería con la creación de la entidad Salud Mía, entidad pública que manejará todos los recursos del sistema.

Debo señalar con toda contundencia que ni lo uno ni lo otro es cierto. Es verdad que no se está acabando el modelo de aseguramiento en el país, esta fue una decisión del Gobierno y del Congreso. No es voluntad volver a un modelo de subsidios a la oferta y de hospitales de caridad como el que existía antes de la década de los 90´s en el que solo se atendía a una cuarta parte de la población, en el que los pacientes tenían que poner la mitad de los recursos del sistema de su propio bolsillo y que además era regentado por los políticos de cada región quienes disponían quien tenía acceso a una cama y quién no.

Ese no es el cambio de modelo que queremos, aunque muchos si querrían regresar a ese pasado "glorioso" de nuestro sistema de salud.
Lo que si pretendemos es re balancear la ecuación de poder dentro del sistema. Debilitar el papel protagónico que han venido desempeñando las aseguradoras (EPS´s) dentro de nuestro sistema de salud, cambiar los incentivos y la lógica dentro de la cuál operan y fortalecer la estrategia de atención primaria en salud que privilegia la promoción a la atención.

¿Cómo hacerlo?

Lo primero es quitarle la plata las EPS´s y darle los recursos a una entidad oficial denominada Salud Mía, que tendrá un cuerpo gobernativo en el que participarán todos los actores del sistema (Gobierno Nacional, Gobernadores, Alcaldes y Usuarios) y que será administrado por una junta de tres gerentes, al mejor estilo del Banco de la República por el Presidente.

El otro cambio sustancial tiene que ver con el cambio de incentivos dentro del sistema. Hoy en día las EPS´s registran utilidades a través de la negación de servicios de salud, ya que cualquier servicio o procedimiento autorizado es contabilizado como un gasto para ellas. Con el cambio de incentivos, las utilidades se generarán por mantener a la población en buen estado de salud.

Una EPS que no realice las labores de promoción y prevención y que se guarde la plata en el "bolsillo" con los recursos de la salud de la gente, no recibirá recursos excedentes (ganancias) de parte de Salud Mía.

Estos recursos quedarán atrapados en unas cuentas obligatorias de reservas que manejará Salud Mía y además se le obligará a capitalizar recursos adicionales por parte de sus socios. En las discusiones se llegó incluso aplantear la posibilidad del cierre para aquellas entidades que no cumplieran resultados en salud pero no fructífero la propuesta.
Tercero. Se restringe la capacidad de las EPS´s para organizar su red de prestación de servicios de salud. Hoy en día las EPS´s determinan con que prestadores de servicios de salud trabajan y con cuáles no, además de las condiciones contractuales y las tarifas ofrecidas, resultando la mayoría de las veces en posiciones dominantes que atentan contra la supervivencia de los hospitales y clínicas del país.

Con la reforma, las redes se conformarán en un sistema de dos etapas. En la primera de ellas, intervendrán las llamadas "Comisiones de Áreas de Gestión Sanitaria", integradas por los Gobernadores, Alcaldes, IPS´s, Usuarios y Aseguradores. En ellas se definirá una "Red de Área" que es un conjunto amplio de instituciones prestadoras de servicios de salud, a partir del cual tendrán que contratar las nuevas EPS¨.

Es decir que las EPS´s ya no podrán señalar a dedo con quien van a trabajar y con quien no, o que tarifas desean pagar. Será la Comisión de Área, la que decida cuáles serán las entidades prestadoras que hacen parte de esa red, rebalancenado el poder entre la red pública hospitalaria, los prestadores privados y las aseguradoras. Así mismo será el gobierno el que definirá las condiciones contractuales en cada uno de esos negocios.

También se eliminan las funciones de afiliación y registro de los usuarios por parte de las EPS´s para trasladarle esta función a salud Mía. Con esta función en sus manos, el Estado dispondrá de mayor información para administrar el sistema y además evitar irregularidades como las dobles afiliaciones y la afiliación de personas fallecidas.

Finalmente queda el tema de la integración vertical que no se pudo eliminar del articulado y que hubiera representado un avance sustantivo para el sistema. Una verdadera lástima que el Gobierno Nacional no se haya comprometido con esta iniciativa, con el argumento de que representaría una grave amenaza para la oferta de camas en el país.

La verdad que si se hubiera aprobado su eliminación, muchos serían las iniciativas públicas y privadas para la construcción de clínicas y hospitales en el país en el próximo año. Haber quitado esta disposición de nuestra normatividad hubiera representado el incentivo más poderoso para la construcción de infraestructura hospitalaria en el país que hoy se ve frenada por las condiciones leoninas que imponen las EPS´s.

La pregunta que queda es si las EPS´s de ahora serán las mismas Gestoras del mañana como señalan los enemigos del proyecto.

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Senador Santos en desacuerdo con el gobierno por el tema de megamineria en Tolima

 

El presidente de la Comisión Séptima, senador Guillermo Antonio Santos Marín (Partido Liberal), rechaza las declaraciones de los ministros de minas y ambiente respecto al tema de la consulta popular de Piedras - Tolima.

Ante las polémicas suscitadas por los altos funcionarios del Gobierno Nacional, en torno a la transparente consulta popular realizada con fundamento en el artículo 103 Constitucional, en el municipio de Piedras .- Tolima; solicita al Gobierno Nacional que por encima de los intereses de la grandes multinacionales y del posible "aumento" del producto interno bruto PIB y regalías, previsto en el Plan Nacional de Desarrollo PND, con la tan mencionada locomotora minera, está la protección del medio ambiente y la seguridad alimentaria de los colombianos.

Así mismo con la aprobación de la Ley 1450 del 11 de julio de 2011, se dispusieron acuerdos programáticos regionales a fin de garantizar unas bases que permitan un desarrollo sostenible, armónico y dinámico de la economía nacional, sobre la interrelación de los ejes trasversales, entre los cuales sobresale "el diálogo institucional de todos los sectores" además de la filosofía del actual Gobierno como es "prosperidad para todos" que acoge a las declaraciones de los ministros de Minas y Ambiente, las están desconociendo ampliamente.

El presente tiene como fin, solicitar al Gobierno Nacional, por intermedio de sus interlocutores; el respeto a las decisiones del constituyente primario (ciudadanos) sobre ejercicios democráticos trasparentes como es la Consulta Popular y las normas legales vigentes, que si es necesario convoque a un gran debate nacional a fin de conocer cuál es la realidad en materia minera frente a la calidad de vida de los colombianos o en su defecto de cara al país, asuma una posición clara respecto a los temas mineros y la protección al medio de ambiente.

La Comisión Séptima Constitucional Permanente, que trata asuntos relacionados con: el Estatuto del Servidor Público y Trabajador Particular, Régimen Salarial y Prestacional del Servidor Público; Organizaciones Sindicales; Sociedades de auxilio mutuo; Seguridad Social; Cajas de Previsión Social; Fondos de Prestaciones; Carrera Administrativa; Servicio Civil; Recreación; Deportes; Salud; Organizaciones Comunitarias; Vivienda; Economía Solidaria; Asuntos de la Mujer y la Familia; en cumplimiento a los acuerdos previos por las diferentes bancadas que integran la célula legislativa, han elegido por mayoría absoluta de sus integrantes al Senador Tolimense Guillermo Antonio Santos Marín, del partido Liberal para el periodo 20 de julio de 2013 al 20 de junio de 2014.

Una vez tomo posesión del cargo el senador Tolimense, se comprometió para con el País y en representación del Congreso de la Republica, a coadyuvar en la consolidación de la PAZ, estar de la mano con los gremios agrícolas, el sector caficultor, la revisión del tema minero, el acompañamiento junto al Gobierno a fin de evitar las vías de hecho (sectores inconformes) en los diferentes lugares del país, acompañar las diferentes iniciativas que por la comisión hagan tránsito, impulsar los debates de control político, entre otros y continuar con las diferentes iniciativas que de mutuo propio adelanta en beneficio de los colombianos.

El Senador Santos Marín y familia, agradece la confianza depositada por los diferentes legisladores y enarbola la bandera de afianzamiento del partido Liberal, en las diferentes instancias gubernamentales y congresionales, que espera retribuirlo con dedicación, constancia y perseverancia. Que es una distinción a la confianza depositada por sus electores y es la mejor manera de retribuir al pueblo tolimense sus retos en el Congreso de la Republica.

Prensa senador Guillermo Santos

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Vientos de recesión

"De continuar el escenario actual, podría esperarse a la vuelta de unos meses que las tasas de crecimiento de consumo se desacelere": senador Guillermo Santos (Partido Liberal).

El país aún se pregunta si la crisis internacional que hoy sacude a Estados Unidos y a buena parte de la Europa Occidental podría afectar el crecimiento del país a futuro. La respuesta es clara: los efectos se sienten en el país desde hace meses.

No es sino asomarse a la Bolsa de Valores de Colombia para darse cuenta de los nocivos efectos del actual entorno internacional. El Índice General de la Bolsa ha retrocedido de su máximo histórico de 16.750 puntos en octubre de 2010 a 12.500 puntos en la actualidad, algo así como un 25% del total del valor de la bolsa que, según cálculos propios, podría ascender a los 125 billones de pesos.

Esta destrucción masiva de la riqueza bursátil tiene un efecto diferido en el tiempo sobre los patrones de consumo de las familias.

Milton Friedman, un prestigioso economista el siglo XX, reconoció que los individuos y las familias son más felices cuando mantienen sendas de consumo más o menos estables en el tiempo. Por ejemplo, tendemos a comer un almuerzo de la misma calidad y precio todos los días, utilizamos los mismos servicios públicos mes a mes, viajamos de tanto en tanto y tomamos el bus o el taxi con cierta regularidad.

Estos comportamientos en el consumo están estrechamente relacionados con los ingresos corrientes (actuales) de la familia, con aquellos que espera recibir en el futuro y con su riqueza. En la medida que una o más de esas variables se vean afectadas por eventos adversos, lo mismo tiende a ocurrir con las trayectorias de consumo de los hogares que se ajustan hacia abajo a un ritmo moderado.

Perder el 25% de su riqueza no es cosa menor para nadie. Tal vez algunos tengan diversificado su portafolio en activos distintos a las acciones como la finca raíz o negocios en el sector real, pero no deja de ser claro que un impacto de esta magnitud puede tener graves implicaciones sobre el consumo agregado y la salud de la economía.

De continuar el escenario actual, podría esperarse a la vuelta de unos meses que las tasas de crecimiento de consumo, especialmente de bienes durables y semidurables, se desaceleren y se produzca una caída del gasto agregado.

Por su parte, las empresas también se ven afectadas por este entorno de crisis bursátil. La mayoría de empresas que financia sus actividades de inversión a través de nuevas emisiones pueden posponer sus decisiones hasta que el mercado recobre su senda de crecimiento.

Puede ocurrir con frecuencia en un escenario de elevada incertidumbre como el actual, que el precio "objetivo" de una acción esté muy encima del precio spot del mercado y que esta situación, en últimas, posponga la decisión de las empresas para desarrollar sus planes de inversión.

La inversión y el consumo agregado que en conjunto representan algo más del 85% del Producto Interno Bruto, vienen siendo afectadas desde inicios del año por las fuertes turbulencias financieras internacionales.

Si a lo anterior sumamos otros "canales de transmisión" de las economías externas hacia Colombia como la reducción en el acceso a crédito, la caída de las remesas y las utilidades de empresas nacionales en el exterior, la caída en precios y volúmenes de las exportaciones y las mismas expectativas negativas que genera el turbulento contexto externo, estamos sin duda ante un escenario de crisis que, de manera pronta, se hará conocer a través de las cuentas nacionales.

La pregunta no es qué debemos hacer ante un escenario hipotético, sino cómo debemos reaccionar ante una realidad que es cierta.

 

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Pensiones: una reforma aplazada

“La redefinición del derecho a la pensión debe estar en todo momento circunscrita dentro un contexto de sostenibilidad fiscal en el caso público”: senador Guillermo Santos (Partido Liberal).

Quiéralo o no el actual Gobierno deberá incluir dentro de sus propuestas de reforma una modificación al Sistema General de Pensiones.

Los cambios demográficos, la estructura de nuestro mercado laboral, la sostenibilidad financiera del sistema, las condiciones de ingreso y salida, así como el marco institucional vigente, requieren una evaluación integral que permita a más colombianos acceder a una pensión.

Las cifras son elocuentes: la fuerza laboral del país es de 23 millones de personas y de éstas solo 5.8 millones se encuentra cotizando para una pensión. Esto quiere decir que en el mejor de los casos solo uno de cada cuatro trabajadores en el país llegará a pensionarse en el futuro. Panorama preocupante si se tiene en cuenta que la tasa actual de personas pensionadas, en relación con aquellas que tienen edad para pensionarse es cercana al 30%, es decir, que estamos empeorando en este sentido.

La reforma debería procurar la inserción de mayores segmentos de la población colombiana al sistema de pensiones. Las metas deben ser ambiciosas y plantear la incorporación de, al menos, la mitad de los trabajadores al sistema pensional de manera permanente. ¿Cómo hacerlo?

La respuesta no es fácil. Requiere por lo menos dar respuesta a varios aspectos que se consideran claves en el problema. El primero de ellos el referente a la incapacidad de nuestra economía para generar empleo productivo, situación que se encuentra estrechamente relacionada con nuestra estructura productiva y con la falta de competitividad local en los escenarios internacionales.

En este sentido, las respuestas que puedan darse al problema pensional serán las más relevantes, pero tomarán un tiempo considerable, quizás décadas. Cambios en nuestra infraestructura física, en las habilidades de nuestros trabajadores, en la capacidad tecnológica e innovadora de nuestra economía y un entorno macroeconómico estable serán las claves para ensanchar nuestro mercado laboral y brindar mayores posibilidades a nuestros compatriotas de disfrutar de una pensión.

Así mismo el país debe emprender otras reformas de menor alcance que, de todas formas, pueden contribuir al mejoramiento de nuestra competitividad a nivel internacional. Por ello, se hace urgente una reforma financiera que contribuya al acceso más expedito y barato a recursos de crédito por parte de nuestros empresarios, otra que promueva el emprendimiento a través de recursos de capital y simplifique los excesivos trámites que debe surtir toda actividad mercantil en el país y una última que facilite la inserción a mercados internacionales a través de tratados comerciales estratégicos.

Todas estas reformas, muchas de las cuales se encuentran ya implementadas por el actual Gobierno y otras tantas que requieren ser implementadas, contribuirán sin duda alguna al fortalecimiento de nuestro mercado laboral y a la creación sistemática de empleo formal con el consecuente impacto positivo sobre el sistema pensional.

El segundo aspecto que debe ser tenido en cuenta por el legislativo a la hora de enfrentar la reforma pensional está relacionado con los aspectos financieros y fiscales del modelo de cara a las nuevas realidades demográficas que experimenta el país. En particular del alargamiento en la esperanza de vida del colombiano promedio, al pasar de 68.3 años en 1990 a 73.5 años en la actualidad.

Este alargamiento de la esperanza de vida promedio de los colombianos, aunque deseable y meritoria como propósito social, abre nuevos retos en diversos aspectos de la vida nacional, muy especialmente en los sistemas de salud y pensional. La realidad misma obliga a redefinir los límites actuales para acceder y disfrutar del derecho a la pensión y a abrir de paso nuevamente el debate en lo relativo a tiempos de cotización, edad de jubilación, cotizaciones, ingresos bases de cotización y liquidación y otros aspectos de naturaleza técnica que redefinen el ámbito del derecho.

Esta redefinición del derecho a la pensión debe estar en todo momento circunscrita dentro un contexto de sostenibilidad fiscal en el caso público y financiera en lo privado. De ninguna manera pueden generarse falsas expectativas desde el Congreso de la República en torno a la ampliación indefinida de beneficios a los trabajadores del país. Amplitud en el ejercicio del derecho con responsabilidad fiscal; lo otro es la demagogia que ha llevado a países como USA, Grecia, España y Portugal e Italia a afrontar los problemas de endeudamiento que hoy parecen insalvables.

Finalmente, se requiere una redefinición de las funciones, competencias y responsabilidades de los distintos actores e instituciones que hacen parte del sistema. En este sentido vale la pena plantear si debemos volver a un sistema de aseguramiento 100% público o si se debe mantener el sistema mixto que actualmente opera. La migración masiva de los cotizantes de régimen de ahorro individual (privado) al de prima media (público) para poder acceder a la pensión parece indicar que algo no está funcionando bien bajo el actual esquema.

Se requiere así mismo la revisión de las responsabilidades de las AFP en las que se les obligue a participar del riesgo de mercado y cambiario que actualmente recae completamente sobre los cotizantes, se redefina el concepto de rentabilidad mínima obligatoria, se desarrolle normativamente lo concerniente al tema de cotizaciones por desempeño y se revisen los márgenes de apalancamiento de estas entidades.

El desafío en el tema pensional es gigantesco, pero las actuales condiciones políticas y el ambiente de gobernabilidad del que hoy goza el gobierno Santos en el Congreso de la República permiten que se vuelva a poner sobre la mesa un tema que para toda la sociedad es de permanente discusión e importancia.

 

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Redefiniendo competencias

"No es claro de dónde deviene la costumbre de nuestras altas cortes de legislar sobre ciertas materias", dijo Santos Marín.

Desde la entrada en vigencia de la Constitución del 91, el Congreso de la República ha visto amenazada su independencia y autonomía por las otras dos ramas que configuran la trinidad del poder público en cualquier Estado Liberal.

Esta situación que puede analizarse desde la generalidad de la teoría o desde ciertas circunstancias en concreto, halla su máxima expresión en la cada vez más arraigada costumbre institucional de la Rama Judicial del Poder Público y en particular de la Jurisdicción Constitucional de legislar sobre asuntos que son del resorte exclusivo de Congreso de la República.

Resulta inaceptable para el Congreso de la República que las altas Cortes en su cada vez más frecuente papel como legislador disponga normativamente de asuntos tan sensibles como el aborto, la eutanasia o la unión de parejas homosexuales; asuntos que por su naturaleza política deben ser resueltos en instituciones que representan la voluntad popular como premisa fundamental de la legitimidad de estas actuaciones.

Los órganos y las demás instituciones que conforman la Rama Judicial del Poder Público en Colombia, no son de origen político directo. La elección de las principales dignidades tiene en algunos casos sustento en la representación política indirecta, como lo es el caso de la Corte Constitucional, La Fiscalía y la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura en donde el Congreso y el Presidente juegan un papel en su nominación y elección, o en el mérito como es el caso de la Corte Suprema de Justicia o el Consejo de Estado que eligen sus miembros de conformidad con la idoneidad para ocupar el cargo de listas elaboradas por la misma Rama.

Esta cualidad de nuestro ordenamiento constitucional se expresa además en las funciones que debe cumplir cada una de las ramas del poder público. Mientras que al Congreso de la República la corresponde hacer las leyes (Art. 150) y reformar la Constitución Política (Art. 374), entre otras funciones, a la Jurisdicción Constitucional la corresponde la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución (Art 240).

No es claro entonces de donde deviene la costumbre de nuestras altas cortes de legislar sobre ciertas materias. Una clara muestra de ellos es que de los once (11) numerales que componen en el (Art 240) de la Constitución Política ninguno da cuenta de las facultades legislativas que se han conferido la Corte Constitucional. En ellas apenas se menciona la capacidad de decidir sobre aspectos de constitucionalidad de las diversas normas, revisar las tutelas emitidas por autoridades judiciales y darse su propio reglamento.

En el mismo sentido señala el Artículo 230 de la Constitución Política que "La equidad, la jurisprudencia, los principios generales del derecho y la doctrina son criterios auxiliares de la actividad judicial". Es decir que en un Estado de Social de Derecho la única Fuente válida para emitir normatividad en todos los aspectos de la vida social es el Congreso de la República. La jurisprudencia y demás criterios auxiliares apenas si pueden desarrollar o particularizar ciertas cuestiones que la generalidad y abstracción de la ley les permite pero en ningún caso puede ser fuente de nuevo derecho.

El derecho debe tener como fuente primordial las reglas establecidas por el Estado ya sea a través de la función constituyente o de la legislativa, directa o por delegación, de modo que la labor judicial es simplemente la de aplicar estas reglas sin modificarlas o ampliarlas, y mucho menos crear nuevas; sus pronunciamientos sólo son útiles para ilustrar o explicar las normas positivas oscuras o ambiguas y sus fallos o decisiones deben obedecer inquebrantablemente a las reglas establecidas por el Estado.

La función legislativa que las altas cortes y muy en particular la Corte Constitucional se han impuesto para sí mismas sin que la carta política lo señale así en ninguno de sus apartados generan un debilitamiento de la Rama Legislativa del poder público y desvirtúa su existencia.
Por este camino se ha obligado al Congreso y a la sociedad a "acatar" ciertas normas que aunque tienen sentido desde su concepción jurídica se apartan de la naturaleza política que debe subyacer como fuente única generadora de derecho. Se ha llegado incluso a chantajear políticamente al Congreso para adoptar ciertas determinaciones que no están en su agenda y que no hacen parte de sus prioridades, desconociendo la inacción como una posibilidad legítima en el campo de lo político.

Fruto de estas reflexiones y con el propósito único de establecer el preciso equilibrio entre las distintas ramas del poder público, es que muchos países en diversas épocas han decidido introducir dentro de sus ordenamientos constitucionales la figura del Legislador Negativo.
El legislador negativo es un concepto proveniente del Derecho constitucional que hace referencia a un órgano que, si bien no tiene poder para promulgar una ley, sí que tiene capacidad para derogarla. En nuestro caso dicho tribunal estaría expresado por la Corte Constitucional tal como fue pensada en la Constitución de 1991.

El legislador negativo en este caso no tendría facultad alguna para expedir nueva legislación o para desarrollarla a partir de premisas jurídico racionales o axiológicas sino que en el mejor de los casos podría invitar o exhortar el Congreso de la República para que lo hiciera. Pasaría del papel actual de Legislador Positivo a guardián de la constitución y consejero de los asuntos legislativos.

En los actuales momentos en que se discute una reforma a la justicia en el país sería importante entrar a examinar y redefinir los límites de actuación de la Corte Constitucional y de las altas cortes en materia del alcance de las providencias y sentencias que emiten. A juicio del autor las actuaciones de la Rama del Judicial del Poder Público desde hace mucho tiempo exceden el marco de las competencias que la misma Constitución señala.

 

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