Congresista Javier Mauricio Delgado pide al Gobierno sustituir cultivos ilícitos por cadena productiva de plantas medicinales.
Un nuevo llamado de atención al Gobierno Nacional para que cumpla los acuerdos pactados con las comunidades indígenas que han sido gravemente afectadas por el conflicto armado interno, formuló el senador Javier Mauricio Delgado Martínez.
El dirigente mostró su preocupación por la denuncia hecha por el vocero de la Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas "Shipia Wayú", Javier Rojas, quien dio a conocer que la semana pasada murieron cinco niños de su comunidad por enfermedades asociadas a la desnutrición.
"Este es otro lamentable caso que debemos sumar al que denunciamos en el pasado reciente cuando 25 integrantes del pueblo Nasa fueron asesinados y sus crímenes atribuidos a la creciente ola de violencia de los últimos meses, sin que el Gobierno Nacional muestre interés alguno para atender éste y otros problemas.
Este segmento de la población, dijo, ha visto en los últimos años como son asesinados sus líderes y como han sido desplazadas sus comunidades además de padecer la pérdida de bienes y cultivos. Estos hechos constituyen violaciones flagrantes de los Derechos Humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario que permanecen en la más absoluta impunidad.
"La violencia y la desnutrición son los principales azotes de las comunidades indígenas pero pareciera que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos está más preocupado por limpiar su imagen negativa que por darle solución a estos problemas de los pueblos indígenas", criticó.
El congresista señaló que a las dificultades derivadas del accionar de los violentos debe sumarse la crisis derivada por la escasez alimentos entre las comunidades indígenas. "Cifras de las Naciones Unidas ponen en evidencia que el 70% de los niños y niñas indígenas sufren de desnutrición crónica, específicamente en regiones como Atlántico, la Costa Pacífica, la Orinoquía y el Amazonas".
Mauricio Delgado manifestó que "es posible afirmar que el cese del conflicto armado, a largo plazo, pueda contribuir a la solución de los problemas que aquejan a este grupo poblacional pero no se generará ningún avance si el Estado no prioriza la atención a la población infantil y les brinda alternativas de subsistencia a estas comunidades".
De igual manera, el congresista invitó al Gobierno Nacional a considerar la propuesta que sustentó al interior de la Comisión Séptima para que se estimule la creación de una cadena productiva mediante el cultivo de plantas medicinales y aromáticas que sustituyan los cultivos ilícitos.
"Sería relevante, en un posible escenario de post conflicto, que las miles de hectáreas usadas para la siembra de matas de coca y marihuana, puedan ser reemplazadas por plantas medicinales, aprovechando las bondades de los proyectos que han sido formulados por las comunidades indígenas y asociaciones de campesinos, como es el caso del Departamento de Nariño", precisó.