El senador Iván Cepeda pidió, nuevamente, protección para las 80 familias campesinas que ocupan los predios de El Porvenir, en Puerto Gaitán, desde hace más de 45 años, las cuales vienen siendo amenazadas por su permanencia en dichos terrenos. Se trata de adjudicaciones por 25.939 hectáreas de baldíos del Estado, revocadas a los testaferros de la familia de Víctor Carranza, pero aún no se llega a la recuperación material de las tierras por parte de la Nación, según indicó el senador Cepeda, quien viene acompañando el proceso desde hace cuatro años.
El congresista les envió una carta a los ministros del Interior y de Agricultura, a los directores de las Unidades de Víctimas y de Protección, al director de la Agencia Nacional de Tierras y al defensor del Pueblo, manifestándoles su preocupación por la situación de vulnerabilidad de los campesinos y solicitando que dichos funcionarios tomen las medidas necesarias para proteger a la comunidad de El Porvenir.La Corte Constitucional dará a conocer en los próximos días la sentencia completa que ampara los derechos de los campesinos, con lo cual se conocerán las órdenes impartidas al Gobierno para su acatamiento.
El pasado 11 de agosto, el Alto Tribunal decidió amparar el derecho de acceso a la tierra de la comunidad campesina de El Porvenir, en Puerto Gaitán (Meta), y profirió distintas órdenes al Gobierno Nacional. La Corte afirmó que, en tanto cumplan los requisitos, estas comunidades pueden ser sujetos de reforma agraria, en relación con los predios baldíos, cuya titularidad le fue revocada a la familia Carranza en esa zona de los llanos colombianos.
A lo largo del proceso, que ha sido acompañado por el senador Iván Cepeda, los campesinos han sido amenazados en numerosas ocasiones, en especial el líder de la comunidad, Miguel Briceño, quien recibió la más reciente este martes 16 de agosto, después del fallo que los protegió. Estos hechos se asemejan a los ocurridos en 2014, cuando se logró la revocatoria directa de las 27 adjudicaciones irregulares de los predios baldíos, y que provocaron graves amenazas contra la vida del señor Briceño y su posterior desplazamiento.