Advirtiendo las falsas expectativas de crecimiento económico tras la negociación con las Farc, el senador Alfredo Ramos Maya reveló que el país no progresará a los niveles prometidos por el Gobierno y mucho menos estarán por tiempos indeterminados.
En opinión de Ramos, “el fin del denominado 'conflicto' no está ligado a saltos en el crecimiento económico pues en ninguno de los países de América Latina, que terminó conflictos sin que mediase derrota militar, ha sido posible discernir un salto en las tasas de crecimiento económico de largo plazo, en relación a las del resto de la región. Estos números mágicos parecen sacados del sombrero”.
Así pues, el senador explicó estudios como el “Dividendo Económico de la paz”, realizado el año pasado por el Departamento Nacional de Planeación, en el que estima que “el crecimiento económico tras la negociación con las Farc estaría entre 1,1% y 1,9% de manera eterna. Eso sería el crecimiento adicional, un crecimiento anual, pero si uno mira lo dicho por el Presidente Santos el 28 de julio de 2015, él se comprometía a un crecimiento económico para 2018 de 4,5% y que con paz hablaba del 5,5% o 6%”.
Incluso, dijo Ramos, la trampa ya estaba hecha. Con ello se refería a que, si se analizan dichas palabras, la realidad será completamente diferente: “En 2018 nos va a decir que no hubo paz, que se firmó el acuerdo con las Farc pero que ahí sigue el Eln, Epl, las Bacrim y demás”. Es más, al comparar tal cifra con la calculada por el Ministro de Hacienda en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, “ya está hablando de un crecimiento esperado o un potencial entre un 3,8% y un 3,9%. Ya no sabemos a quién creerle”.
De modo similar, detalló un estudio realizado por el profesor de Economía de la Universidad de Los Andes, Marc Hofstetter, en el que expone las razones por las que la denominada “paz” no servirá para generar crecimiento económico.
Por un lado, está “la importancia relativa de las actividades beneficiadas del fin del denominado conflicto”, pues aun cuando el gobierno asegura que el sector agropecuario será uno de los más beneficiados, “hoy dicho sector pesa aproximadamente el 6% del PIB. Si se quisiera lograr crecimientos adicionales, del famoso dividendo de paz, estaríamos diciendo que el agro tendría que crecer a tasas del 15% anual durante los próximos 10 años, para que tenga un efecto real”. No obstante, diferentes análisis han demostrado que, en las economías más desarrolladas”, el sector agropecuario jamás crecería a tasas del 15% anual, es decir, efectivamente sí se va a beneficiar, pero nunca a niveles del 15% como pretende el Gobierno Nacional en estos supuestos”.
Para concluir, Ramos argumentó en la plenaria del Senado de este martes, que hay dos elementos adicionales que no permitirán crecimiento en el campo colombiano, la Ley 1448 de 2011 y las Zonas de Reserva Campesina: “Hoy en Colombia nadie está invirtiendo en el campo por cuenta de personas que están despojando a poseedores de buena fe. Hoy nadie se atreve a invertir un peso en el campo con el riesgo de que mañana le quiten la tierra con cualquier prueba, que tenga que tenga que gastarse un montón de dinero defendiéndose con abogados para que no le reconozcan después un solo peso”.