Después de 50 años de conflicto armado, lograr la paz es lo mejor que le puede  pasar a Colombia.

Por eso el Presidente Santos ha decidido jugarse todo por la paz y nosotros, su partido, La U, el Partido Social de Unidad Nacional lo Acompaña en este propósito.

Con el inicio de conversaciones en La Habana, se dio el paso más trascendental de la historia reciente en busca de la concordia nacional. Se ha avanzado mucho y no podemos retroceder a un país en guerra y lleno de dolor.

El proceso que se vive en Cuba es innovador, es moderno, ha aprendido de experiencias anteriores para no repetir errores del pasado como el del Caguán o el de Ralito.

Una agenda con seis puntos precisos en la que  el primero de ellos,  es la política de desarrollo agrario integral -deuda que tenemos con todos los campesinos desde hace más de medio siglo- demuestra que el Partido de la U está escribiendo la nueva historia del país.

Como Copresidente de la Comisión de Paz de la Cámara he liderado en todos los rincones de la patria e incluso en el exterior, cerca de 30 mesas regionales para contribuir al fin del conflicto, visibilizando cada problemática local y regional, permitiendo que todos y todas puedan aportar ideas que hemos hecho llegar a los negociadores en La Habana; una de esas mesas la hicimos en Cali y por proposición mía haremos otra muy pronto en Buenaventura.

No nos queda duda, estamos convencidos que con nuestro apoyo, los temas que faltan por acordar, como los de implementación, verificación, refrendación y garantías de participación política para los desmovilizados, pronto estarán superados y nos encontraremos a las puertas de una nueva Colombia, una Colombia en paz.

Vamos a colaborar activamente en  la pedagogía necesaria para acabar con el escepticismo y el desconocimiento que puedan tener algunos para quienes el proceso aun no es comprensible.

La paz no lesiona a los pobres, ni a la clase media, al contrario, un país en paz, podrá destinar muchos más recursos a educación, salud, generación de ingresos y demás temas sociales de nuestro interés. Porque la paz es prosperidad, que es a lo que nos comprometimos.

Para alcanzar el bien supremo de la paz bien vale la pena poner sobre la mesa todos los temas, no forzar resultados, sino pensar en el mejor escenario para sus hijos y para sus hijas, para el futuro de nuestro querido país.

El Movimiento Nueva Generación, este equipo de candidatos del que honrosamente hago parte, le ratifica al Valle del Cauca y a Colombia nuestro compromiso total con la Paz para bien de ésta y las futuras generaciones.