Carlos Mauro Hoyos Jiménez, Rodrigo Lara Bonilla y Magistrados sacrificados en la toma del Palacio de Justicia, por el  Poder Judicial.  José Antequera,  Carlos Pizarro, Bernardo Jaramillo, Luis Carlos Galán Sarmiento,  candidatos al Poder Ejecutivo.  Servidores públicos  como Antonio Roldan Betancur y hombre de letras y pensamiento como Guillermo Cano Isaza,  entre otros muchos y muy dignos hombres públicos al servicio del país nos dejan una lección de historia inolvidable e insoslayable.

La lista no es un réquiem de honores a unos mártires. La lista es un reclamo público a una sociedad que aprendió por la vía más dolorosa que no se podía ser tolerante con el narcotráfico y el poder de corrupción de sus finanzas.  El culmen de esta crisis institucional lo vivimos en la administración de Ernesto Samper,  los problemas de Gobernabilidad nos recordaron que el fin no justifica los medios.

La tolerancia con los grupos paramilitares, la pagamos con otros muchos nombres ilustres, entre los que destaco a Jaime Garzón, como la mejor expresión pública del libre pensamiento irreverente de mi generación.  Fue el Klim de los  90 as.  Álvaro Gómez, quién  dedicó sus últimos editoriales a decir que había que acabar con el Régimen. Con ellos cayeron también miles de hombres y mujeres que fueron silenciados por la fuerza por algunos que en principio la sociedad toleró, como defensores de esos otros violentos.  Los paramilitares también tuvieron su momento de aceptación, como los antiguos narcotraficantes y sus fiestas de betamax en las piñatas.

El espacio de lo público y en especial el Congreso y los Alcaldes, han tolerado en diferentes momentos de la historia a muy variadas expresiones delincuenciales.  Esa tolerancia se ha pagado con el descredito de las instituciones, la perversión del ciudadano y la corrupción del sistema que permite afirmaciones como las que hicieron en estos días los contratistas del estado, y principalmente, con sangre, con vidas. Cientos de Alcaldes, Concejales, Periodistas, Lideres Públicos, Funcionarios Judiciales y en general Colombianos, miles de Colombianos muertos selectivamente por uno u otro actor de la delincuencia.

Las listas del partido para las próximas elecciones tanto a cuerpos colegiados del ámbito departamental , municipal y local, así como los candidatos a Alcaldes y Gobernadores deben ser consecuentes con el compromiso ético del partido y la responsabilidad histórica del país.

Credenciales sub judice, candidatos o elegidos cuestionados, son bofetadas a la sangre y a las vidas de los nombres mencionados arriba y los muchos que no mencionamos.  Cada directorio deberá asumir la responsabilidad de la dimensión histórica que implica un aval de Cambio Radical. Esperamos tomar las riendas de este país y esto requiere una expresión responsable e intachable del ejercicio público de cada uno de nosotros.  De la historia nos queda que la tolerancia no ha dejado nada bueno.