El Centro Democrático es un Partido nuevo pero con principios claros y firmes, con institucionalidad sólida, propositivo, abierto al diálogo ciudadano, que escucha críticas y reconoce errores. Es una colectividad que habla sin tapujos y actúa de frente y con transparencia. Con mano firme y corazón grande hemos trabajado a lo largo de ocho años en la construcción de un país con seguridad como valor democrático; con más inversión privada para generar empleo digno y formal y bienestar ciudadano; con cohesión social pensando en mejorar las condiciones de vida de los más vulnerables; con austeridad y pulcritud en el manejo de los recursos del Estado, y con un diálogo permanente con los colombianos. Defender las libertades, nuestra democracia, la riqueza ambiental, la familia y la vida ha sido eje de nuestro ideario.
Por lo que creemos y luchamos hemos estado abiertos a sumar esfuerzos para defender y trabajar por las causas más nobles de la Patria. Alianzas sí pero no con politiquería, ni para validar corrupción, sino que persigan un único objetivo: trabajar por Colombia.
En esta colectividad no hay arrogancia, si dignidad; no hay orgullo, si humildad; no hay exclusiones, si acogida a quienes aportan su grano de arena por el bienestar y defensa de esta Patria; no hay vetos, si votos, esos que nos hemos ganado siempre a pulso recorriendo las calles, escuchando y dialogando con los ciudadanos.
Por eso respaldo la decisión de nuestro candidato presidencial Óscar Iván Zuluaga de no entrar a ninguna coalición que opere desde los ataques personales, la estigmatización y las descalificaciones. Nuestro Partido no suplica, no se arrodilla y no es permisivo con las agresiones ni manifestaciones de irrespeto contra el Centro Democrático, contra su líder y fundador, el expresidente Álvaro Uribe Vélez o cualquiera de sus integrantes. Si ser firmes, frenteros, amar a Colombia, decir no a la corrupción, no a la politiquería, no al derroche estatal, no a la ineficiencia, no a los cultivos ilícitos y al narcotráfico, no a guerrilleros ni narcoterroristas, y mucho menos a criminales de cuello blanco, no a vivir arrodillados y callados frente al neocomunismo y sus señalamientos y estrategias, no a que acaben la empresa privada y empobrezcan a los colombianos, es polarizar, “es mejor estar solos que mal acompañados” como bien dice el adagio popular.
El momento del país exige firmeza y claridad en el rumbo, no tibieza e incertidumbre.
Óscar Iván es un hombre excepcional, de grandes cualidades humanas, profesionales y políticas que son prenda de garantía de que será un excelente gobernante para todos. Estoy segura que su recorrido por Colombia para ganarse la confianza y el corazón del electorado dará frutos y eso se verá reflejado en las urnas.
Seguiremos adelante y unidos en la lucha por la defensa de la democracia, la libertad y el progreso; una Colombia distinta y con oportunidades para todos. Bien lo dijo nuestro líder, “en la calle reverdeceremos los laureles del Centro Democrático, de Colombia y de la libertad”.
El Uribismo está más vivo que nunca, nuestra coalición son los ciudadanos.